Alberto. — no se por que nos robamos eso, si el dinero no nos hace falta.
Sniggers. —yo no quiero de ese dinero, por favor sáquenme de la repartición y digan que yo no estoy involucrado.
El niño. —está bien, me quedo con tu parte, ¿quien más es tan cobarde y quiere renunciar a su parte?
Bill y Alberto.-- ¡yo!
Bill. —niño no es por dejarlo solo en esto, pero es que tengo 3 esposas y 9 hijos, compréndame por favor.
Alberto. —es cierto niño nosotros tenemos familia y compromisos, así que lo lamentamos mucho pero nos tenemos que ir.
(Salen todos corriendo agarrados de la mano)
El niño. — ¡como nos salen de bien las cosas!, no me puedo creer que sean tan idiotas.
La voz. —lo mejor que pudiste hacer fue robar el rubí con esos idiotas, como no están ni ellos ni los sacerdotes ya podemos vender el rubí.
El niño. —si, mi querido amigo robocob, como ahora somos menos el dinero será mas. Como ya estoy algo viejo no gastare mi dinero en casas ni nada por estilo, lo gastaré en drogas, mujeres y alcohol. Si voy a vivir los últimos años de mi vida los quiero vivir feliz, como siempre quise.
Robocob. —lo he estado pensando y mi parte no alcanza para lo que quiero hacer.
El niño. —pues te jodes, por que no te daré ni una parte de la mía.
Robocob. —es que no quiero una parte, ¡la quiero toda!
(Saca una pistola y le pega un tiro en la frente al niño)
Robocob. — ¡ya es mío todo el dinero!
(Sale a vender el rubí, pero cuando llega se encuentra con una sorpresa. El jefe de la policía estaba hablando con el narcotraficante Figueroa agosto. Cuando entró y pidió esa extraordinaria suma de dinero Figueroa se le quedó mirando y de repente dijo):
Figueroa. —Fermín, vamos a caerle ¿que tu crees?, 50 y 50.
Fermín. —hecho, matemos a este inútil y quedémonos con el rubí.
(Fermín saca una pistola y le da un balazo a robocob)
Figueroa. —está muerto, quítale el rubí y vámonos de aquí.
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